Pero para conocer la historia de EH&aa hay que ir a sus orígenes, y
esto es cuando Fernando Herrmann empezó a soñar con tener su
propio estudio. En ese momento su trabajo era pintar paredes, pero él
ya sabía que su carrera no iba a terminar ahí. Lo que nunca se imaginó
es que muchos años después iba a ir a verlo una pareja para
contratarlo como arquitecto, y le iba a preguntar que era del pintor
Herrmann. El Herrmann que ahora era arquitecto había pintado la casa
de los padres de uno, y todavía se acordaban de ese trabajo.
De aquel pintar paredes a la construcción de obras de más de 10.000
metros cuadrados pasaron muchas cosas, empezando por el egreso de
Herrmann de la universidad en 1986 y la primer sociedad con el
arquitecto Enrique Cordeyro.
Herrmann y Cordeyro trabajaron juntos hasta 1992, cuando decidieron
separar sus proyectos. Una vez concretada la separación, uno de los
primeros trabajos que Herrmann llevó adelante fue el centro de Prensa
de la Convención del Grupo del Río, que se realizó en el Palais de Glace.
Por aquella época también empezaron los primeros trabajos entre
Herrmann y el arquitecto Hugo Fontán. Se conocieron mientras
compartían la docencia en la Cátedra Llauró de la Facultad de
Arquitectura Diseño y Urbanismo (FADU) de la Universidad de Buenos
Aires (UBA) y empezaron a participar de concursos juntos.
Hacía mediados de los 90 el Estudio vivió un período de crecimiento
muy importante. Herrmann obtuvo su título de MBA en el IAE Business
School, clave en el futuro de su desarrollo profesional. Esta maestría le
permitió adquirir nuevas herramientas, fundamentales para tener una
visión más integradora de la arquitectura y los negocios.
Otro momento esencial fue la incorporación de Bernardo Miguens,
quien entró como dibujante en 1993 y fue creciendo hasta convertirse
en socio y pieza fundamental en la organización interna del estudio.
Pero además de crecer profesionalmente, la vida de Miguens cambió
en EH&aa. Entró siendo un joven soltero y acá se recibió y conoció a su
mujer y la madre de sus tres hijos, Valeria Menendez, quien fue su
clienta en una obra.
Estos también fueron los años en que el estudio tuvo sus oficinas en el
petit hotel en la calle Junin. Este edificio lo compartieron con el
arquitecto Jorge Basile, una de las personas que más confío y fomentó
el crecimiento del EH&aa. Como obra referente de este período se
destaca el Edificio Defensoría del Pueblo de la Nación.
El siguiente salto ocurrió alrededor del año 2005. Hugo Fontán se
incorporó al Estudio para hacerse cargo de la obra de refacción y
ampliación del aeropuerto internacional de Mar del Plata. Fontán había
sido convocado solo para ese proyecto, así que, cuando llegó con el
mate bajo el brazo, aclaró que cuando terminara se lo llevaba de vuelta.
El mate nunca se fue y Fontán terminó convirtiéndose en el tercer
socio del estudio.
Ese momento también coincidió con la incorporación de Herrmann al
Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo (CPAU) como
consejero, y más tarde como tesorero. Por su parte, Miguens se
capacitó realizando un posgrado en Gestión Estratégica de Diseño
(GED) en la UBA, y estuvo a cargo de la obra Terrazas de Olivos, dos
torres con vista al río de 10.000 metros cuadrados, con piletas,
gimnasio y quincho, entre otras.
La etapa final de consolidación del EH&aa empezó con la obra del
edificio Beruti y continúa hasta la actualidad. Este fue el primer
proyecto en el que el estudio participó como desarrollador de
negocios. A partir de este momento se empezó a profesionalizar un
sistema de trabajo, y se profundizó el desarrollo del Project
Managment. Como fruto de esta necesidad nació la sociedad
Arquigrupo SRL, que quedó a cargo del desarrollo y promoción de los
proyectos inmobiliarios.
Al mismo tiempo se terminó de definir otra línea de trabajo que es el
proyecto, dirección y gerenciamiento de obras de gran escala en
diferentes rubros. Algunas de las más importantes son la Clínica
Bazterrica en Palermo, Apartamentos del campus en Pilar, la casa
matriz de oficinas de OSPIM en Balvanera y el Hotel 30 de junio en Mar
del Plata.
En su primer newsletter del año, EH&aa comunica las novedades del
estudio, y recuerda los momentos más importantes de su historia
Muchas cosas cambian en la vida de una persona en 30 años, y también
en la vida de un estudio de arquitectura. De los tableros y los planos
hechos a mano, los renders y el Autocad, hasta los materiales de
construcción. Sin embargo, lo único que no cambia con el tiempo es la
pasión, o así decía Pablo Sandoval, el personaje de Guillermo Francella
en la película “El secreto de sus ojos”. Será por esto que aunque
cambien las oficinas, y algunos de sus integrantes, en la historia de los
30 años del Estudio Herrmann & arquitectos asociados (EH&aa) se
encuentra siempre el mismo esfuerzo y entusiasmo por cada proyecto,
sin importar su tamaño o dimensión.
Además de Basile, otras personas fundamentales en el desarrollo del
Estudio fueron: Daniel López Imizcos, Enrique Braun, Marcelo Mancini
y Juan Carlos Villa Larroudet y Alejandro Bleuzet.
Las vueltas de la vida siempre son inesperadas, y así fue el inicio de la
relación comercial con Bleuzet, que era un asegurador en una
empresas de seguros, y como no tenia ningún conocido arquitecto, se
le ocurrió contactar a un cliente suyo, Herrmann.
Cuando se conocieron, en el estacionamiento de un club, Bleuzet le
confesó a Herrmann que lo había llamado porque siempre contrataba
sus seguros, incluso para obras muy pequeñas y entonces pensó que él
debían ser muy responsable. De allí surgió una relación que lleva más
de 25 años.
Después de recorrer los momentos más significativos de la historia, los
socios enumeran los motivos que explican la esencia y el crecimiento
de EH&aa: por un lado, destacan la capacitación constante de sus
integrantes; por otro, la integración profesional en todas las áreas de
trabajo; y por último, el ejercicio profesional actualizado.
Seguro estos factores fueron clave en el desarrollo de EH&aa, pero
Herrmann, Miguens y Fontán se olvidan de nombrar algo más que
aunque no lo digan es fácil intuir. Lo que hace que el estudio crezca y
no pierda su esencia a lo largo del tiempo es el trabajo con pasión, que
es lo único que los últimos 30 años no pudieron cambiar.