Alejandro Bustillo, arquitecto ya reconocido en la década de 1930, proyectó finalmente la nueva rambla, el Casino Central y el hoy NH Hotel Provincial en 1937, para el gobierno provincial del conservador Manuel Fresco, del cual era Ministro de Obras Públicas su hermano José María Bustillo.
Estación Ferroviaria Once de Setiembre
En 1853 un grupo de empresarios formó la Sociedad del Camino de Hierro de Buenos Aires, se transformaría en el primer ferrocarril construido en la Argentina. Se inauguró en 1857, uniendo la Plaza Lavalle, (Estación del Parque) con el pueblo de San José de Flores (estación Floresta); con un trayecto de 10 km; su primer parada fue llamada Once por la proximidad con el mercado de Once del Oeste donde antiguamente estuvieron los corrales de Miserere.
Su trazado acompañaba las huellas de las carretas y mulas desde y hacia la provincia. Las primeras construcciones eran en madera y tejas y estaban ubicadas donde hoy están las calles Bartolomé Mitre entre Ecuador y Jean Jaures.
No fueron pocas las dificultades que tuvieron que resolver este grupo de empresarios que dieron el punta pié inicial del ferrocarril en la Argentina
“Cuando la obra llegó a su término, la crónica cuenta que se realizó un viaje experimental el 28 de enero de 1857, entre la Estación del Parque y San José de Flores, conducido por “ La Porteña ” (era una pequeña locomotora, que había sido construida en 1854 en Inglaterra y que a su vez era veterana de la guerra de Crimea. Fue transportada hasta Buenos Aires en el vapor Borland, atracando en el muelle porteño en la navidad de 1856. Unas semanas más tarde desfiló por las calles de la ciudad en un enorme carro tirado por 30 caballos), un coche encomienda y un coche de pasajeros en el que viajaban, entre otros: el general Bartolomé Mitre, el doctor Vélez Sarsfield, los señores Van Pret, Gowland, Barros Pasos, Obligado, Zapiola, Lavallol, Miró, Moreno, Riestra y Valentín Alsina.” Historias de nuestro Ferrocarril por Carlos Alberto Salgado
La ida a la Estación Floresta fue un éxito a la vuelta estusiasmados con los resultados aumentaron la velocidad del convoy a 25 millas por hora hasta que descarriló, por suerte sin graves consecuencias. Pero los obligó a hacer cambios y refuerzos en el terraplén y las vías.
En 1890, la linea férrea fue vendida a la empresa de capitales británicos “The Buenos Aires Western Railway Company Limited”, que se encomendara a mejorar y ampliar las instalaciones y a construir una nueva terminal, más amplia y acorde a las expectativas que generaba el país por aquellas épocas.
La estación terminal actual fue construida por el Arq. holandés John J. Doyle, en dos etapas, la primera inaugurada en 1896 y la segunda en 1899. De estilo neorenacentista las dos construcciones eran muy similares y albergaban la terminal ferroviaria y la bolsa de cereales de Buenos Aires.
La primera en la esquina de Mitre y Av. Pueyrredón y la segunda en la esquina de la calle Perón y la Av. Pueyrredón.
Los importantes cambios y crecimiento del país y de los ferrocarriles hicieron inminente la ampliación de esta terminal y fue para 1907 que el arq. Doyle diseñara, haciendo gala de una “admirable cirugía arquitectónica”, la ampliación y el ensanche del edificio de pasajeros generando un nuevo cuerpo de mayor tamaño que se erigió entre los dos edificios contiguos formando lo que hoy conocemos como la estación Once de Septiembre.
Fueron varios los cambios de manos de los ferrocarriles entre públicos y privados
Estación Terminal Retiro
Es un testimonio de la cultura emergente del Positivismo y el Liberalismo.
La estación de Retiro del Ferrocarril Mitre es considerado el más sofisticado y refinado diseño que alcanzó esta tipología antes de la primera guerra mundial y es considerada la más importante de estilo eduardiano, (por Eduardo VII); del mundo.
Proyectada por los arquitectos británicos, establecidos en la Argentina, Eustace L. Conder, Roger Conder y Sydney G. Follet, y por el ingeniero Reginald Reynolds, comenzó a construirse en junio de 1909 y se inauguró en agosto de 1915. Sus naves de transbordo de pasajeros fueron por muchos años consideradas la obra de ingeniería más importante de sud américa. Su cuerpo principal y el hall central fue resuelto de acuerdo a la influencia del academicismo francés.
Más allá de de sus notables valores arquitectónicos y constructivos, es un extraordinario documento ideológico y cultural, un testimonio vivo del hacer y del pensar el mundo y las relaciones entre las naciones.
Estación Terminal Constitución
La construcción de la terminal de Constitución reconoce cuatro períodos de los cuales los últimos tres hoy coexisten de forma simultánea y se conservan como fueran concebidas originalmente.
En la actualidad el edificio expresa los dos grandes momentos de la arquitectura inglesa en nuestro país, el afrancesado del período Beaux Arts y el Monumentalismo Eduardo del SXX.
Constitución I, la obra original data del año 1865, se afincó frente al Mercado de Constitución, hoy Plaza Constitución; que recibía dos tercios de las carretas de cargas que entraban en Buenos Aires con productos para comercializar. La red ferroviaria de aquella época partía de Constitución y llegaba hasta la ciudad de Chascomús, 114 km.
Esta primera estación fue demolida para darle lugar a una ambiciosa ampliación que comenzó en 1883 con el proyecto de los arquitectos Parr, Strong & Parr; concibiendo un edificio dentro de lo que se considera el eclecticísmo neorenacentísta victoriano inspirado en el castillo de Maisons Lafitte de Francia.
Finalizado en 1885 fue necesario ampliarlo hacia 1899; las modificaciones continuaron hasta 1907 y son los edificio que hoy se conocen como Constitución II / III.
Esta obra que cambió totalmente la fisionomía de la estación original permitió aumentar la cantidad de plataformas que en un principio eran dos.
En 1922 comenzó la construcción del cuarto edificio del cual solo se construyó la fachada que mira a General Hornos y la bóveda de cañón interior, proyecto ejecutado por los arquitectos de F. C. del Sud, Paul Bell Chambers y Louis Newbery Thomas; las obras fueron suspendidas debido a la crisis financiera de 1930.
Esta última etapa Constitución IV contó con la presencia del Principe Eduardo VIII que el 19 de septiembre de 1925 puso la piedra fundamental.
Para 1930 probablemente la compañía “El ferrocarril del SUD” era la mayor en su tipo en el hemisferio sur con más de 8.000 km de vías ferreas.
Este es otro ejemplo de los grandes progresos que tuvo la Nación Argentina cuando el estado y los privados trabajaron mancomunadamente en la el desarrollo del País.